La Halitosis o mal aliento.


La halitosis es un síntoma o un signo caracterizado por mal aliento u olor desagradable en la boca. En su versión crónica está provocada por algunas bacterias que afecta al 25% de la población. Es algo muy desagradable y a nadie le gusta tenerlo, por eso es que hay que cuidarse la boca ya que hay que recordar que todo entra por ahí, incluyendo las infecciones y las enfermedades.

La halitosis es un problema que se intensifica con el estrés, los trastornos de los senos paranasales, las llagas bucales, caries, infecciones de encías y por el tabaco. Incluso puede ser resultado del exceso de sequedad en la boca. Se ha dicho también que el mal aliento puede producirse por los gases absorbidos del intestino y liberados a través de los pulmones.

Pero, generalmente, el origen del mal aliento suele estar en una superabundancia de bacterias productoras de compuestos sulfatados volátiles, de muy mal olor. En muchos casos, las culpables son los millones de bacterias que viven en la boca. Éstas inducen la formación de placas dentales, una película de material pegajoso con bacterias que se forma en el diente.

Tipos de mal aliento

A veces, el tipo de olor es síntoma de problemas muy concretos.

Por ejemplo, el “olor a podrido” puede indicar un deterioro dental, enfermedad de las encías o sinusitis.

Un “olor afrutado” podría ser síntoma de diabetes mellitus.

El “olor a queso” en un niño suele avisar de la presencia de un cuerpo extraño en su nariz.

Un olor a orina puede ser síntoma de fallo renal.

Otras causas del mal aliento incluyen condiciones de origen médico o químico. Por ejemplo la disfunción del hígado, la enfermedad pulmonar y la enfermedad respiratoria (las infecciones del pulmón).

Hay también medicamentos que pueden causar malos olores, La sequedad en la boca puede estar provocada por más de trescientos fármacos, entre los que se cuentan antidepresivos y antihistamínicos.

Cómo pelear contra ella

Mantener una higiene bucodental adecuada. Hay que cepillarse los dientes tras cada comida sin excusa. Acudir al dentista para eliminar el sarro y para descartar cualquier indicio de enfermedad periodontal. Esta es la principal productora de los compuestos sulfatados volátiles. Pero no sólo hay que cepillarse los dientes sino también la lengua y las encías.

Utilización del hilo dental para los espacios interdentales. Es esencial su empleo diario, así como la visita al dentista dos veces al año. También existen rascadores para eliminar las bacterias de la lengua.

Ingesta abundante de agua: se recomienda beber entre uno y dos litros de agua al día para favorecer la producción de saliva.

Evitar el tabaco, alcohol, café y alimentos de intenso sabor u olor como el ajo, que potencian la halitosis.

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